martes, 12 de octubre de 2010

¡Lo posteo ahorita porque luego se me olvida!

Resulta, que desde que tengo uso de razón he andado por la ciudad en transporte público, el elegido por mí, es el taxí, barato, personal, cómodo.

Y todo comienza aquí...

Hoy, al salir de la escuela, enojada, cansada, aburrida, asqueada, lo primero que hice fue hacerle la parada al primer taxi  que pasara frente a mí.  Sin pensarlo me subí y unos metros antes de mi destino, el taxista le baja a la radio y me pregunta:

 ¿Tu no ibas en la secundaria AEN?

Descorcertada le respondo que sí. El pregunta otra vez

¿Ahora estás en tercer o segundo semestre verdad? no debes tener más de 16 años.

Mi desconcierto aumenta, pensé que sería un acosador, pero ya después noté que no. Era un taxista que me había llevado más de cinco veces a mi casa cuando yo iba en la secundaria. Me sorprendió que él me recordara, ¡maginense!, miles de personas han subido a su vehículo y recordarme. Recordarme me hizo sentir especial.

No hay comentarios:

Publicar un comentario