El otro día, estaba en la comodidad de mi cuarto, probándome mis zapatos escolares con todo y las nuevas calcetas, cuando de repente, frente a mi aparece una frondosa, alardeante y café cucaracha. Se aproximaba hacía mí con la velocidad de un corredor mexicano de maratón, estaba a punto de ser presa del pánico, cuando
¡cuaz! ¡cuaz! No fue la mejor manera de estrenar mis zapatos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario