domingo, 15 de agosto de 2010

Como buen ser perteneciente al universo desaparesco y aparesco.

Después de mil quinientos años luz, volví.

Heme aquí, después de una exhaustiva semana. Tengo tantas cosas que contar que no sé por donde comenzar. Si por mi feo salón, la ausencia de maestros, las historias vacacionales. Tendré que postear separado.

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